imagen 010Marco García, Presidente del Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED), destacó los trabajos que se realizan en forma coordinada atendiendo temáticas como leishmaniasis canina y el monitoreo del mosquito Aedes aegypti. Asimismo, manifestó la necesidad de no realizar fumigaciones masivas y reiteradas en el departamento.

Sin presencia del vector de leishmaniasis

Una vez detectado el primer caso de leishmaniasis canina, desde el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED), actuó de forma inmediata en el barrio IC 19, en la zona de Avenida Soriano y Felipe Argentó y en la manzana de la ciudad donde fue identificado, dijo el Presidente del CECOED, Marco García.

“Se realizó el sangrado de los perros que viven en el área además de instalar trampas para poder detectar o no la presencia del vector”, indicó.

Como complemento de las acciones tomadas se cumplieron importantes tareas de limpieza en desagûes y vertidos de arroyos para evitar la proliferación del vector.

No se ha identificado hasta el momento dicha presencia mientras continúan los trabajos de monitoreo con las trampas colocadas y se desarrollan actividades en las manzanas linderas a la que se encontró el perro con leishmaniasis.

Continúa el monitoreo del Aedes aegypti

Las distintas encuestas Liraa que se realizan a través de la Dirección Departamental de Salud, indican cuál es la situación con respecto a la presencia del mosquito Aedes aegypti.

Con los resultados del mencionado relevamiento se planificaron y se llevan adelante jornadas de descacharrización en diferentes zonas de la ciudad.

“Sin dudas que, condiciones de humedad y temperatura, favorecen la proliferación de insectos en general...en tal sentido, el monitoreo es continuo y hasta el momento, en Paysandú, no hay presencia detectada del mosquito transmisor del dengue...”, manifestó García.

No es conveniente la fumigación masiva y reiterada

Destacó que “es bueno aclarar los aspectos que refieren a la actividad de fumigaciones... porque hay un trabajo muy ordenado y planificado desde la Dirección de Higiene considerando los barrios, los lugares, las zonas, los días en que se realizan...”.

Señaló que la fumigación se desarrolla en todo el departamento y que “no es recomendable desde el punto de vista de la salud humana y del medio ambiente, estar haciendo fumigaciones en forma masiva”.

En tal sentido es que se insiste en lo “que cada uno de nosotros debemos hacer en nuestro hogar para evitar los criaderos de mosquitos”.

Dijo que en algunas situaciones especiales la fumigación se realiza cada 20 o 30 días, teniendo presente que el uso indiscriminado, frecuente, de determinado insecticida, puede generar como ha sucedido en otros países, “un efecto de resistencia que el insecto genera ante el uso reiterado de ese producto”.

Esta situación genera que haya que aumentar dosis, cambiar de insecticida o directamente esa resistencia provoca que ningún producto logre la extinción de ese insecto.

“Uno puede comprender cuando se solicita insistentemente que se hagan fumigaciones, pero se debe tener plena conciencia como ciudadanos responsables que no es conveniente el uso indiscriminado de esta acción”, finalizó expresando García.

 

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