La Intendencia procede al desarme de 264 motos que en breve serán compactadas.
La tarea está a cargo de personal de Movilidad Urbana y personas privadas de libertad, en el marco de un convenio entre la Intendencia y el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Desde la Dirección de Tránsito, repartición encargada de la tarea, se destaca que cada trimestre cae en un 20 por ciento la cantidad de motos que pasan a ser desarmadas.
Motos incautadas en 2016
Los vehículos fueron incautados en operativos realizados en la ciudad en los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2016, básicamente por circular sin cumplir con las condiciones de seguridad exigidas para transitar.
Concretada la incautación comienza a correr el plazo durante el cual se abre la posibilidad para que los dueños de los vehículos procedan a retirarlos. Concluido ese lapso y cumplidos los procedimientos legales de rigor, se procede a la destrucción de los birrodados que no fueron retirados.
Colaboración de privados de libertad
La tarea que se cumple ahora consiste en el desarmado de las unidades, acción que es llevada a cabo por cuatro personas privadas de libertad que permanecen en el centro penitenciario local y un integrante del cuerpo inspectivo de la Intendencia.
Se retiran plásticos, baterías, cubiertas, cámaras y motor, liberando chasis y ruedas que son las partes que después serán compactadas.
Desciende el número de motos a desarmar
Desde la Dirección de Transito se recordó que cada tres meses se cumple con la tarea de desarme preparativa para la compactación y se informó que desde el comienzo de esta línea de trabajo se ha verificado un descenso considerable en la cantidad de vehículos destruidos.
En promedio, de un trimestre a otro, la cantidad de unidades desarmadas baja un 20 por ciento. El dato evidencia que se avanza en un proceso de regularización de los vehículos que circulan por nuestras calles, desestimulando la utilización de máquinas que no generan condiciones de seguridad tanto para quienes la tripulan como para terceros.
