imagen 001El Uruguay Productivo

En oportunidad de la inauguración de la 2da. Edición de la Fiesta Nacional de la Soja, la Secretaría de Comunicación dialogó con el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Tabaré Aguerre quien analizó la realidad productiva del país.

“Somos un país productor de alimentos para 28 millones de habitantes y acá somos 3 millones, las producciones agropecuarias y agroindustriales significan el 78% de las exportaciones de bienes del Uruguay y el 57% de nuestra industria es agroindustria. Uruguay es un país que tiene buenas riquezas naturales, no tenemos el mejor clima ni el mejor suelo, por lo tanto con esos recursos nos hemos dado mañas a lo largo de generaciones para diferenciarnos en el mundo como un país productor de alimentos, serio, confiable, que da cumplimientos a los compromisos, responsable en lo ambiental y también en lo social".

"En tal sentido, como somos proveedores de alimentos, obviamente muchos de ellos tienen -como cualquier otro producto que se comercializa en los mercados globales- oscilaciones de precios. Hemos tenido ocho o nueve años de un dinamismo que ha llevado al resurgimiento de una agricultura que estaba muy alicaída. Y por ese resurgimiento es que tenemos la actividad que todos hemos visto en los últimos años. Porque también creció la lechería, porque en menor superficie se produce un poco más de carne pero en producción por hectárea se logra más de lo que se producía. Los momentos pueden ser buenos, malos o regulares y eso pasó siempre. Estamos entrando en un momento de precios bajos y seguramente que esto, dependiendo de los rubros pasará uno, dos o tres años y encontraremos un nuevo equilibrio, con un dólar un poco más fuerte, con reestructura de costos. Yo diría que en términos generales somos un país con fortalezas construidas tanto en lo financiero, tanto en  las reservas que el Uruguay tiene pero también con productores agrícolas que después de siete años buenos o resolvieron su problema de endeudamiento o tienen nueva maquinaria o algún ahorro. Como en todos los órdenes puede haber alguno que esté más complicado que otro”, manifestó Aguerre.

No hay competitividad con bajos salarios

“Vamos a sufrir un enlentecimiento de la actividad y es por eso que decía que no hay que perder el rumbo que es la seriedad, la confianza, la credibilidad que nuestros clientes en el mundo tienen. Acá hay que acordarse de algo bien importante: la mayor parte del comercio mundial de alimentos se constituye con los excedentes de producción de los países que producen para lograr su autoabastecimiento y venden luego el 5% de la leche o el 10% del arroz que les sobra. Uruguay es de los pocos países del mundo que exporta el 95% del arroz, el 99% de la soja, el 75% de la carne y el 70% de la leche que produce. No vendemos excedentes y eso nos obliga a ser competitivos, eficientes, a buscar la última tecnología y a tener la mejor calidad de nuestros recursos humanos. Además, políticamente, no creemos en la competitividad que se construye sobre la base de bajos salarios. Toda esta actividad tiene que generar empleo y cada vez mejor remunerado, obviamente encontrando equilibrios. Hay un factor clave en esto que se llama productividad. No se puede aumentar la eficiencia o mejorar los salarios como país si no pensamos en una lógica de mejora de productividad. Esta se puede mejorar tecnológicamente con inversión, pero también se arregla con la construcción de capital humano cada vez más calificado”, señaló el Ministro.

“La palabra verdaderamente revolucionaria es la productividad”

“La inserción internacional es fundamental. Uruguay no va a crecer hacia adentro, no nos podemos tomar más de 200 litros de leche por año cada uno, ni comer más de 100 kilos de carne que es lo que consumimos hoy. Hay que crecer hacia el mundo y hacerlo de una manera sostenible con el medio ambiente. Esto es que lo que produzco hoy no esté perjudicando la capacidad productiva de las futuras generaciones. Nosotros manejamos recursos renovables, el suelo, el agua. Tenemos que adaptarnos a una variabilidad climática que es creciente gracias al cambio climático. Impulsar una impronta muy fuerte de desarrollo rural, apoyando a pequeños y medianos productores para que esta oportunidad de producción de alimentos que el mundo nos da, sea una oportunidad para el desarrollo de miles y miles de pequeños y medianos productores. Pero siempre de una manera digna, competitiva, no quedándose a sobrevivir en el campo, sino encontrando esa fuente de trabajo creciente. Se trata de distribuir las oportunidades y allí es donde está el rol de las fuerzas sociales, por eso son importantes los sindicatos que son quienes defienden los intereses de los trabajadores".

"Hay que encontrar ese equilibrio para que el Uruguay pueda seguir creciendo de una manera armónica. No se puede distribuir lo que no se crea. Y en eso no hay atajo, por eso reitero que la palabra verdaderamente revolucionaria es la productividad”, finalizó expresando Aguerre.

 

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