imagen 001La experiencia “Abuelas creativas” comenzó el año pasado tras una iniciativa del Centro Diurno de Personas Mayores. Se retoma este año con mayor expectativa, de acuerdo a los positivos resultados obtenidos en 2017. El programa es coordinado con la Administración Nacional de Educación Primaria (ANEP) y facilita la llegada a las escuelas rurales.

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Impacto en la comunidad

En 2017 se visitaron 9 escuelas rurales. Este año el calendario de visitas comienza el lunes 20 de agosto en la Escuela Número 50 de Puntas de Celestino con la llegada de “Abuelas creativas”, que recrearán un cuento infantil.

Se trata de un trabajo coordinado con la maestra de la escuela considerando el programa que se lleva adelante en el aula y participa de la visita junto a las abuelas, la encargada del área rural de ANEP.

El cuento a recrear no es elegido al azar sino que es el que está siendo trabajado en la escuela a través de su plan de lectura. Las abuelas lo toman y lo representan para la comunidad escolar con las muñecas artesanales que han elaborado. Posteriormente comparten un almuerzo.

La encargada de Secretaría de Familia, Gabriela Jesús indicó que “el año pasado, el programa fue un impacto, no solamente en los escolares sino también en el resto de la comunidad visitada”.

El ciclo culmina en noviembre

El calendario de visitas indica que en setiembre se llegará a la Escuela Nro. 32 de Orgoroso y para octubre está a confirmarse el local escolar a visitar. En noviembre las Abuelas creativas estarán en la Escuela Número 45 de San Francisco y en la Escuela Número 24 de Costas de Sacra como cierre de las actividades de 2018.

Un desafío para la Secretaría de Familia

A diferencia del año pasado, en esta oportunidad, coordinado con ANEP se medirá el impacto que causa en los abuelos que están participando, cómo cambia su vida cotidiana en la vinculación con sus familias, sus pares, en su estado de ánimo, en definitiva, en lo vincular, hacia adentro y hacia afuera. Asimismo, se analizará la influencia del proyecto en los niños y en la comunidad visitada y cuál es la relación con sus abuelos después de vivir la experiencia.

Para la Secretaría de Familia -evaluó su encargada-, “es un verdadero desafío pero también es una gestión que nos nutre a todos y estamos trabajando el acervo cultural llevándolo a los niños que serán quienes luego podrán repicarlo en su vida”.

 

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