selva coraLa Intendencia cuenta con un equipo de inspectores que recorren los comercios vinculados a la manufactura y expendio de alimentos. Se trata de evitar anomalías que puedan producir eventuales riesgos a la población

Fiscalizaciones y obligaciones

Los funcionarios controlan los locales, baños, servicio de agua corriente, las campanas en cocinas, heladeras, batidoras, licuadoras, amasadoras, asaderas. También se vigilan los tachos de basura y el tratamiento de los residuos.

Fiscalizan el uso de uniforme, cofia; correcto aseo de las manos y la presencia del cabello explicó la Directora de Higiene Selva Cora, que aseguró: “en definitiva se controla la manipulación completa.

Recordó que está prohibida la presencia de mascotas, perros y gatos y la empresa debe tener el certificado de control de plagas.

Adecuada planificación

Las tareas de inspección son cumplidas por 6 funcionarios a los que se han sumado pasantes de UTU. Los trabajos se desarrollan en todo el departamento planificando una salida mensual al Interior.

De hallarse alguna anomalía se realiza una nueva visita, luego de un plazo acordado entre la empresa y los inspectores. “La multa no se aplica de inmediato, tratamos de agotar las instancias para que el comerciante responda, mejore lo que estaba mal y que la inspección garantice que la elaboración de esos alimentos los haga aptos para consumir y sean inocuos”, expresó la Directora.

Los inspectores extraen muestras de alimentos de acuerdo a la época del año: helados, salsas de pizza, tucos, rellenos de empanadas y lasagnas que por mala elaboración puedan presentar algún tipo de contaminación. Una muestra igual a la que se traslada al laboratorio queda depositada en la empresa como testimonio. En el Laboratorio de la Dirección de Higiene se analizan los parámetros y en 48 horas se conocen los resultados que son informados a la empresa visitada.

 

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Sanciones

“Una multa, un decomiso de mercadería o la clausura del comercio se produce cuando la empresa no da respuesta. Una vez que se verificaron inconvenientes en la elaboración o manipulación de los alimentos, se otorga un plazo para modificar lo que se estaba incumpliendo”. Transcurrido ese período, y de no verificarse una respuesta afirmativa, “se brinda un nuevo plazo y cuando este se cumpla, si la empresa no resolvió la situación, se determina la clausura del establecimiento”, manifestó Cora.

Curso imprescindible

La funcionaria recordó que por decreto resulta obligatoria la realización el curso de manipulación de alimentos. La Intendencia lo brinda a través de la Agencia para el Desarrollo y una vez culminado se emite un carné con validez por tres años, renovable por igual período.

Cora expresó que el Ejecutivo Departamental reitera a las empresas que giran en estos rubros la convocatoria para que generen la oportunidad de que sus funcionarios accedan a ese proceso de capacitación.

 

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