En el Mes de la Mujer, fue realizado un taller con escolares de la escuela 112, Estado de Israel, a cargo del Colectivo de Artesanas Afrouruguayas sobre el texto “El vestido más lindo del mundo”. El Secretario General Mario Díaz visitó el salón de clase, interactuando con escolares, docentes y artesanas.
La “sororidad” como mensaje simbólico
Se trató de una de las tantas actividades programadas para este mes, impulsado por la Unidad de Género, Generaciones y Derechos Humanos de la Intendencia, Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y Colectivo Afrofloreciendo.
Las políticas de género e igualdad de oportunidades y derechos son impulsadas por la actual Administración de gobierno, que aporta la infraestructura para el funcionamiento de la Unidad de Género, creada para formar conciencia sobre las problemáticas y su impacto social.
En este caso, el espacio de trabajo fue la escuela 112, ubicada en Joaquín Suárez entre Soriano y Río Negro. Mónica Do Santos, del Colectivo Afrouruguayo y autora del libro, explicó a la Secretaría de Comunicación que las propuestas tienen su germen en la riqueza e identidad en Uruguay y se transmiten en las escuelas del país.
“El vestido más lindo del mundo”, deja un mensaje de sororidad y apoyo a las mujeres. La sororidad, explicó, “es un simbolismo entre la amistad, el apoyo incondicional entre las mujeres, hermanas, amigas, vecinas”. Se transmite a niños y niñas que las relaciones no pueden basarse en la competencia, sino en el respeto.
La propuesta en el aula comprende trabajar a partir del concepto identidad de raza y etnia y “en esta oportunidad fue sobre Género”. El colectivo aporta moldes con siluetas de muñecas para que los escolares las transformen, logrando que niños y niñas sean sus propios artesanos, simbolizando a sus referentes que son madres y padres pero muchas veces, “resultan ser las maestras”.
La Unidad de Género, Generaciones y DDHH estuvo representado por Lourdes Díaz, mientras que por MIDES lo hizo Fernando Torres.
Por el colectivo Afrofloreciendo de Paysandú, Virginia Rodríguez y Melisa Britos. Mary Porto Casas es la ilustradora del libro. Mónica Castellano pertenece al Colectivo de Cultura Afro.