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Al cumplirse 170 años del fallecimiento de José Gervasio Artigas y 200 años de su exilio al Paraguay, este 23 de setiembre, en la Meseta, tuvo lugar el acto recordatorio a su figura y legado.

Rodolfo Míguez, Magister de enseñanza universitaria, docente adscripto del Departamento de Fuentes Documentales, Recursos y Servicios de Información de la Facultad de Información y Comunicación abrió la parte oratoria haciendo referencia a la figura de Artigas y al significado de su exilio en tierras paraguayas.

El Intendente por su parte, recordó que en acuerdo con las aparcerías y debido a la pandemia, se acordó suspender el Encuentro con el Patriarca para desarrollar esta evocación y reconocimiento. Se llega a la Meseta de una forma diferente “a rendir homenaje a nuestro prócer, pero sin perder de vista el fin último de evocarlo”.

Recordó al Artigas conductor de un proyecto político federal, “de profunda raíz social que marcó la guerra anticolonial en la región del Plata con su intento de construcción de un nuevo orden social, en el cual los más infelices fueran los más privilegiados”.

Desde Purificación se irradiaron sus ideas de independencia absoluta y libertad republicana de ciudadanos y pueblos, “para construir el bien común, una idea de libertad diferente donde la participación era la clave para la toma de las decisiones democráticas”.

Purificación es el centro desde donde gobierna y “ejerce su acción como Protector de los Pueblos Libres, desafiando al proyecto centralista de las élites porteñas”. En 1815 marca el comienzo de la etapa más radical de la revolución artiguista, “la que lo acercó, cada vez más, a las masas populares”. Pero “no alcanzaba solo con la independencia política y la libertad. Necesitaba afianzarse la justicia social”.

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El reglamento provisorio para la Provincia Oriental para el fomento de la campaña y seguridad de los hacendados “constituyó la piedra angular de la revolución social impulsada por el artiguismo” donde “los más infelices serán los más privilegiados, entendiendo por aquellos a los negros libres, los zambos de esta clase, los indios y los criollos pobres”.

El programa artiguista, con énfasis en la igualdad política y social proclamando la soberanía de los pueblos, el reconocimiento de los naturales y los infelices, “se fue construyendo desde los inicios del proceso revolucionario”.

El freno a procesos transformadores

Desde entonces, “las élites locales y regionales vieron con temor la movilización de los sectores populares y la presencia de un líder, conductor y conducido que podía permitir excesos en la concreción de la igualdad llegando a la anarquía y desorden social”.

Una compleja alianza que incluyó a Portugal, españoles europeos, al directorio de las Provincias Unidas y un sector de élites orientales, explican la derrota del artiguismo.

“En 1817, con beneplácito de algunas élites orientales que concentraban la riqueza local, los cargos políticos y la administración, es que los portugueses entraron en Montevideo”. Esto puso un freno a la revolución social que se insinuaba, “de la misma manera que fueron y pretenden ser frenados por sectores conservadores otros impulsos reformistas en la historia de nuestro país” como también el impulso reformador batllista de principios del siglo XX.

A lo largo del siglo XIX, Artigas fue sepultado por “la leyenda negra cuyos primeros ecos se oyeron en 1818 cuando se lo presentaba como jefe de bandidos, pregonando falsas ideas sobre el sagrado derecho de libertad civil”. A fines de dicho siglo, se construye “el héroe intachable, cívico y militar, vinculado a ideales de orden republicano, apóstol despojado de sus aristas más revolucionarias”.

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La vigencia del ideario

Hoy, a más de 200 años, “las ideas de justicia revolucionaria y virtud republicana contenidas en el Reglamento de Tierras, continúan interpelándonos”.

Señaló el Intendente que “expresiones de encumbrados dirigentes de sectores sociales que temen perder privilegios y que aceptan casi como un designo de la naturaleza, la existencia de la desigualdad en la sociedad, nos debe motivar para una relectura de los valores esenciales que nos legó el artiguismo”.

Reflexionó expresando que “tal vez hoy, como tantas otras veces, debamos tener presente aquella Instrucción de 1813 en que Artigas nos dice que el despotismo militar deberá ser combatido con trabas constitucionales que aseguren inviolables los derechos de los pueblos como pilar de la virtud republicana”.
Díaz finalizó resaltando que la memoria y esa presencia revolucionaria “nos dejaron una fuerte impronta y es nuestra obligación, como ciudadanos y como gobernantes, mantenerla viva y ser consecuentes con ella”.

Finalizada la parte oratoria, el Intendente junto a autoridades departamentales y nacionales, el Intendente de Canelones, Tabaré Costa depositaron las ofrendas florales al pie del monumento.

El Intendente junto al Alcalde de Chapicuy, recibieron una plaqueta alusiva a la fecha, de manos de la Asociación de Sociedades Tradicionalistas de Paysandú la que será instalada en el plaquetario de la Casona del Patriarca.

 

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