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La Dirección de Higiene de la Intendencia, dependiente del Departamento de Servicios, dio cuenta de lo actuado en el presente quinquenio, con acciones que incluyen monitoreo de calidad de aguas y alimentos, inspectoría territorial, castraciones, desinfestación, gestión de neumáticos en desuso, manejo del vertedero y estrategias desarrolladas por la Unidad de Gestión Ambiental.

Diversas áreas de gestión

En el segmento referido a las tareas de monitoreo, el informe establece que en el presente periodo “se realizaron en promedio 1.650 análisis de aguas y alimentos anuales, ya sea por expediente (habilitaciones), denuncias, inspecciones de oficio y controles ambientales”.

Los controles incluyeron cursos de agua habilitados para fines recreativos y piscinas de centros termales del departamento, estableciéndose convenios y esquemas de colaboración con instituciones y organismos nacionales que permitieron incrementar la calidad y confiabilidad de los procedimientos.

Desde el área de Inspectoría Bromatológica –añade el informe- se llevó a cabo “un minucioso control a todas las empresas alimenticias”, habiéndose realizado decomisos de alimentos “en más de 30 casos por no encontrarse aptos para su comercialización”, lográndose que en el presente periodo no se hayan registrado casos de intoxicaciones o perjuicios a la salud por causas alimentarias.

En cuanto a Inspectoría Territorial, se controló el estado de terrenos baldíos y se recibieron denuncias vinculadas a presencia de aguas servidas, residuos y ruidos molestos.

Al referirse a las tareas de desinfestación, la Intendencia de Paysandú es la única en el país que “realiza el servicio gratuito de desinfestación casa a casa (fumiga y desratiza) en una amplia zona de la periferia de la ciudad; llegando anualmente a más de 8350 viviendas”.

“Se logró sistematizar y calendarizar la tarea, de forma que todos los meses se publica la zona a la cual se concurrirá con el servicio. Esto redunda en que al estar en conocimiento la población, se encuentran menos viviendas cerradas o que no contestan al llamado de los guardas sanitarios. En los últimos dos años se ha logrado agilizar el servicio y se llega a toda la periferia de la ciudad (dividida en 12 zonas) en el correr del año”, expresa el documento.

Añade que también se realizó control de plagas en espacios abiertos, con acciones concretas para el control de larvas de mosquito y roedores, así como procedimientos específicos de desinfección en el marco de la pandemia de COVID-19.

Los operativos de castración, en coordinación con la organización Amigos de los Animales, posibilitaron la realización anual de 800 intervenciones, concretándose además la donación de una ambulancia, acuerdos con la Comisión Nacional de Zoonosis y charlas informativas en localidades del interior departamental.

Preocupación medioambiental

Desde la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) y en coordinación con organismos nacionales, “se mejoró significativamente la gestión de residuos reciclables” tanto en la capital departamental como en el interior, incrementándose significativamente la distribución de Centros de Entrega Voluntaria (CEV) de residuos reciclables, así como impulsando la conformación de la cooperativa de clasificadores “Unidos por la Clasificación”, que concretó el acopio de 60.000 kilos de material.

También se trabajó en la aplicación de la Ley de Envases; se llevaron a cabo campañas de difusión y se pusieron en práctica planes piloto de recolección diferencial.

Asimismo –puntualiza el informe- se introdujo “una mejora significativa” en la gestión del Vertedero y se estableció un convenio con el fideicomiso NFU para el acopio, disposición y posterior reciclado de neumáticos en desuso, derivándose en el periodo más de 500 toneladas de material.

En acuerdo con la productora de combustibles alternativos Afrecor, también se concretó el retiro mensual de 500 litros de aceite automotriz y residuos contaminados, en tanto se implementó un sistema para la entrega voluntaria para reciclado de aceite de uso domiciliario, así como de pilas y lámparas en desuso.

Los procedimientos de monitoreo ambiental incluyeron controles de calidad de agua, aire y suelo, al tiempo que se colaboró en el análisis de impacto ambiental vinculado a proyectos como el Paseo Costero y el Parque Municipal.

Asimismo, “se logró la institucionalización y formalización” del Observatorio Ambiental Paysandú, lográndose la declaración como “área de interés” de la zona de humedales del arroyo La Curtiembre.

 

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