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Las políticas de realojos y de control territorial instrumentadas por el Gobierno Departamental permiten minimizar los efectos de las inundaciones en los sectores más vulnerables de la sociedad. La directora de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Claudia Moroy, afirmó que el trabajo de inspectoría territorial ha cumplido el objetivo de impedir nuevos asentamientos en zonas inundables, aspecto fundamental para el avance de políticas de vivienda y realojos.

Políticas integrales

Claudia Moroy indicó que desde el Gobierno Departamental se instrumentan políticas que permiten abordar la problemática de las inundaciones desde la integralidad, “atendiendo por un lado a la población más vulnerable, que sufre en primer término el evento de inundación”.

“Esto lo estamos haciendo a través de los realojos, que en este momento estamos con los proyectos en ejecución y las obras en construcción”, afirmó.

Asimismo, desde 2016, el Gobierno Departamental encabezado por Guillermo Caraballo ha instrumentado un esquema organizado de control territorial, a través de un área específica, orientado a impedir la re ocupación de áreas inundables que fueron recuperadas.

“Se trata de una competencia de los gobiernos departamentales que por mucho tiempo no se tomaba como correspondía”, explicó Moroy y aseguró que la instrumentación de la Policía Territorial permite impedir la generación de nuevos asentamientos irregulares en áreas inundables, para de este modo posibilitar el avance y la efectividad de las políticas de vivienda y de realojos.

Menor impacto en la población

Respecto a la situación que plantea la actual inundación, comentó que el número de evacuaciones en la faja más vulnerable es menor, fundamentalmente como consecuencia de los controles que impiden la re ocupación del terreno inundable.

La titular de Vivienda y Ordenamiento Territorial indicó que, en el correr de este año, se concretarán nuevos realojos -con 124 soluciones habitacionales- de familias afincadas en el rango de inundación de 5,50 – 6,50 metros, lo que reducirá aún más el número de evacuados ante fenómenos cada vez más frecuentes.

Este proceso –agregó- se sustenta en un trabajo de planificación e identificación de zonas más problemáticas. Esto no solamente permite el realojo de familias habitualmente afectadas, sino también la aplicación de herramientas de ordenamiento territorial para reincorporar este terreno al uso público, sometiéndolo a un proceso de recuperación, con obras de infraestructura y parquización.

Este esquema –explicó- posibilita un esquema armónico y una mejor convivencia con el fenómeno de las inundaciones, reduciendo sustantivamente el impacto en la población.

 

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